Fases de un estudio de IO
FASES DE UN ESTUDIO DE IO
Los estudios de investigación de
operaciones se basan en la labor de
equipo, donde los analistas de IO y el cliente trabajan codo con codo.
Los conocimientos de modelado de los analistas de IO se deben complementar con
la experiencia y cooperación del cliente para quien realizan el estudio.
Como herramienta de toma de decisiones,
la IO es tanto una ciencia como un arte. Es una ciencia por las técnicas
matemáticas que incorpora, y un arte porque el éxito de las fases que conducen
a la solución del modelo matemático depende en gran medida de la creatividad y
experiencia del equipo de IO. Willemain (1994) manifiesta
que “una práctica [de IO] eficaz requiere más que competencia analítica.
También requiere, entre otros atributos, juicio técnico (es decir, cuándo y
cómo utilizar una técnica dada), así como habilidades de comunicación y
supervivencia organizacional”.
Es difícil prescribir cursos de acción
específicos (semejantes a los que indica la teoría precisa de la mayoría de los
modelos matemáticos) para estos factores intangibles.
Sin embargo, podemos ofrecer
lineamientos generales para la implementación de la IO en la práctica.
Para implementar la IO en la práctica,
las fases principales son:
1. Definición del
problema.
2. Construcción del
modelo.
3. Solución del
modelo.
4. Validación del
modelo.
5.
Implementación
de la solución.
La fase 3, que se ocupa de la solución del modelo, es la mejor
definida y por lo general la más fácil de implementar en un estudio de IO,
porque maneja principalmente modelos matemáticos precisos. La implementación de
las fases restantes es más un arte que una teoría.
La definición del
problema implica definir el alcance del problema investigado.
Esta función debe ser realizada por todo
el equipo de IO. El objetivo es identificar tres elementos principales del
problema de decisión: (1) descripción de las alternativas de decisión; (2)
determinación del objetivo del estudio, y (3) especificación de las
limitaciones bajo las cuales funciona el sistema modelado.
La construcción del modelo implica
un intento de transformar la definición del problema en relaciones matemáticas.
Si el modelo resultante se ajusta a uno de los modelos matemáticos estándar,
como la programación lineal, se suele obtener una solución utilizando los
algoritmos disponibles. Por otra parte, si las relaciones matemáticas son
demasiado complejas como para permitir la determinación de una solución
analítica, el equipo de IO puede optar por simplificar el modelo y utilizar un
método heurístico, o bien considerar la simulación, si es lo apropiado.
La solución
del modelo es por mucho la más sencilla de todas las fases de IO porque implica
el uso de algoritmos de optimización bien definidos. Un aspecto importante de
la fase de solución del modelo es el análisis
de sensibilidad. Tiene que ver con la obtención de información adicional
sobre el comportamiento de la solución óptima cuando el modelo experimenta
algunos cambios de parámetros. El análisis de sensibilidad es particularmente
necesario cuando no se pueden estimar con precisión los parámetros del modelo.
En estos casos es importante estudiar el comportamiento de la solución óptima
en el entorno de los parámetros estimados.
La validez del modelo comprueba
si el modelo propuesto hace en realidad lo que dice que hace, es decir,
¿predice adecuadamente el comportamiento del sistema que se estudia? Al
principio, el equipo de IO debe estar convencido de que el resultado del modelo
no contenga “sorpresas”. En otras palabras, ¿tiene sentido la solución? ¿Los
resultados sin intuitivamente aceptables? Del lado formal, un método común de
comprobar la validez de un modelo es comparar su resultado con resultados
históricos. El modelo es válido si, en condiciones de datos de entrada iguales,
reproduce de forma razonable el desempeño pasado. Sin embargo, no suele haber
seguridad de que el desempeño futuro continuará copiando el comportamiento
pasado. Además, como el modelo se basa en el examen cuidadoso de datos pasados,
la comparación propuesta casi siempre es favorable.
Si el modelo propuesto representara un
sistema nuevo (inexistente), no habría datos históricos disponibles. En esos
casos podemos utilizar la simulación como una herramienta independiente para
comprobar el resultado del modelo matemático.
La implementación de la solución
de un modelo validado implica la transformación de los resultados en
instrucciones de operación comprensibles que se emitirán a las personas que
administrarán el sistema recomendado. La responsabilidad de esta tarea recae
principalmente en el equipo de IO.
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